Ex braceros: un problema migratorio que escapó del pasado para llegar al presente

Braceros 3

Abel Astorga Morales / Habitus Político –

(Segunda parte)

La movilización es encabezada por Ventura Gutiérrez Méndez, fundador y líder binacional del mismo, quien gracias a las historias de vida de su abuelo quien fue bracero,[1] se dio cuenta que se podía documentar el “despojo” de dicho monto. Para ello estableció la organización Alianza Nacional Braceroproa, que rápidamente adhirió a miles de ex braceros tanto en México como en Estados Unidos.

Los primeros años de la organización fueron cuesta arriba; se realizaron trabajos intensos de propaganda, juntas informativas y manifestaciones con objeto de llamar la atención de la opinión pública, y adherir a más ex braceros para conformar una organización fuerte, unida y contenciosa como en efecto lo fue Braceroproa. La primera reunión de ex braceros se llevó a cabo el 15 de mayo de 1998 en Puruandiro, Michoacán; lugar de nacimiento del organizador de la protesta. En esta ocasión únicamente asistieron 4 ex braceros (de los cuales 3 todavía vivían hasta el momento de la entrevista con Ventura Gutiérrez), y un hijo de ex bracero que había fallecido.[2] Posteriormente, el 15 de julio de 1999 se organizó en Irapuato, Guanajuato, la reunió que le dio “el despegue” a la lucha, al lograr llenar el Estadio Revolución con alrededor de 5 mil personas interesadas. De vital importancia resultó la ciudad fresera para el movimiento, pues este lugar fue el primer Centro de Contratación de braceros habilitado fuera de la capital de la República, y operó desde 1944 hasta 1954; por lo que era lógico para los organizadores de la lucha social, que en Guanajuato, estado inminentemente migrante, y en específico en Irapuato, encontrarían gran número de adeptos y el movimiento tomaría relevancia.

Hacia el año 2000, la lucha social de ex braceros indiscutiblemente podía distinguirse ya como un movimiento social. Tomemos en cuenta que los movimientos sociales están integrados por un conjunto de individuos con intereses comunes que se unen para luchar por la misma causa. Además de estos elementos que desde los primeros años eran identificables, también eran fácilmente distinguibles la existencia de un agravio, la presencia de un grupo que era consciente de tal agravio, una expiación compartida de causas, así como una idea compartida de lo que se debía hacer para eliminarlo, y el uso de vías no institucionalizadas para la acción. Lupicinio Iñiguez, considera que “los movimientos sociales pueden ser vistos como empresas colectivas para establecer un nuevo orden de vida”; además de considerarlos como “redes informales basadas en creencias y solidaridad, que se movilizan sobre cuestiones conflictivas mediante el uso frecuente de varias formas de protesta”.[3]

Varios hechos trascendentales se suscitaron entre el año 2001 y el 2003, para que el movimiento social de ex braceros lograra un crecimiento insospechado incluso por sus mismo líderes, y para que se lograra el reconocimiento de ambos gobiernos, el mexicano y el estadounidense, y por tanto su consolidación. En estos años, la movilización rápidamente incrementó su presencia en varios estados del vecino del norte, y en casi todos los estados de México. Tan sólo en 2004 agrupaba en ambos países a 100 mil ex braceros, según sus propias declaraciones. Continuando en los años subsecuentes el incremento de sus agremiados, y aglutinando hacia el 2006 la asombrosa cantidad de 212 mil 218 ex braceros, tomando en cuenta tanto a los que se contrataron de 1942 a 1948 (años en los que estuvo activa la clausula de los descuentos), como a los que se contrataron de 1948 a 1964 en que concluyó el programa.

Braxeros 4

Pero sin duda el punto de inflexión de esta historia se dio cuando el 7 de febrero de 2004 invadieron el rancho de la madre del Presidente Vicente Fox en San Francisco del Rincón, Guanajuato, para presionar al gobierno.[4] Como resultado de esta y posteriores manifestaciones, el 25 de mayo del 2005 los ex braceros lograron la aprobación por parte del Poder Legislativo en coordinación con la Secretaría de Gobernación, de un Fideicomiso de apoyo social que, entre otras cosas, otorgaba un pago de 38 mil pesos a cada ex migrante que lograra demostrar que fue bracero.

No obstante, en lo sucesivo el camino no fue sencillo. Los viejos ex migrantes nuevamente se toparon con evasivas de dialogo y pago por parte del gobierno mexicano; y por si esto fuera poco, con fracturas al interior de su movimiento, y divisiones que en nada ayudarían a su movilización social. Hasta la fecha se han registrado con documentación un aproximado de 200 mil ex braceros para recibir el apoyo social, de los a cuales a 45 mil ya se les pagó. El resto sólo ha recibido 4 mil pesos o no ha recibido nada. De 2005 a 2011 se le pagó a 85 mil ex braceros, y a principios del 2012, a 105 mil 352; quedando pendiente alrededor de 3 mil ex braceros. Lo anterior indica que el gobierno está excluyendo a 1 millón 800 mil ex braceros, si tomamos en cuenta que fueron un aproximado de 2 millones de trabajadores los que fueron a trabajar por lo menos una vez. Como si lo anterior fuera poco, el año 2009 el gobierno de Felipe Calderón decretó pagar los 38 mil pesos a los ex braceros en entregas de 4 mil pesos anuales durante 10 años; esta es quizá la prueba más clara de la evasiva y el poco interés y criterio del gobierno ante la problemática. Actualmente estas personas oscilan entre los 70 y 100 años de edad, es decir, si esto se hubiese hecho efectivo, lo más seguro es que la mayoría se habrían muerto antes de cobrar la suma completa. Cuando el gobierno determinó esto, nuevamente hubo movilizaciones de todo tipo y en casi todo el país, para echar abajo esta iniciativa.

De 1942 al 2013 trascurrieron 73 años desde que se inauguró el Programa Bracero; 49 de que concluyó el mismo en 1964; 15 años desde que inició el movimiento social de los viejos ex braceros en 1998, y el problema de los ahorros sin retorno aún no se resuelve del todo. La deuda histórica del Estado mexicano con este grupo social aún no ha sido saldada, y por tanto la memoria histórica no ha sido restaurada. Memoria histórica entendida como el proceso por el cual los conflictos y los intereses del presente operan sobre la historia,[5] cumpliendo una función social, política y moral. Es decir, echamos mano del concepto para referirnos a la historia de unos protagonistas que aún siguen esperando el reconocimiento de su verdad, la justicia que se les negó y la reparación moral que se merecen.[6] En palabras de Santos Juliá, la memoria histórica “no es más que el resultado de las políticas, públicas o privadas, de la historia, esto es, de la pedagogía de sentido que un determinado poder pretende dar al pasado para legitimar una actuación en el presente”.[7]

Por todas estas evasivas de dialogo y de pago, a 15 años de iniciada la protesta social, los ex braceros aún siguen en pie de lucha. En el año 2012 -después de unas controvertidas elecciones- regresó al poder ejecutivo federal el partido que se encontraba en el gobierno cuando se realizaron los descuentos salariales a mediados del siglo XX y cuando años más tarde los ex braceros iniciaron su protesta en los noventa. El PRI, de la mano de Enrique Peña Nieto retornó al ejecutivo nacional después de 12 años de gobiernos panistas. Con ellos inició la lucha de los ex braceros en 1998, pero no se resolvió nada. En los dos sucesivos gobiernos panistas, se desarrolló el clímax de la movilización y se lograron varios resultados, sin embargo se dejó tarea pendiente en este rubro al nuevo gobierno al no pagarle a todos los viejos ex migrantes.

Desde hace varios meses algunos analistas vienen advirtiendo de una “crisis de gobernabilidad” en el gobierno federal, la cual se pone de manifiesto cuando el poder de la fuerza pública sale del monopolio del Estado, representado por el gobierno, para manifestarse en poderes fácticos o en la sociedad civil organizada y armada. Ejemplos de esto son el poder de represión y fuerza que por un lado ejerce el crimen organizado y el narcotráfico; y por otro lado, los grupos de autodefensa que suplen el vacío de seguridad pública por parte del Estado. Asimismo, asistimos a una etapa de descontento social generalizado; manifestaciones ante la llamada reforma energética, y protestas por la defensa de sus derechos de los maestros del CNTE. En este tenor, el movimiento social de ex braceros, es una movilización más que engrosa las filas de este contexto de disgusto hacia la autoridad.

Durante la manifestación a la que asistí en la caseta de cobro de San Ángel Zurumucapio, Michoacán, los “marrazos” que mencionamos al principio no sólo fueron perpetrados, sino también realizados como un acto simbólico, al recordar en cada uno de ellos a los presidentes y funcionarios de gobierno que a su entender los han perjudicado desde que fueron braceros y hasta la actualidad. El primer marrazo fue para Manuel Ávila Camacho, posteriormente vinieron otros para Echeverría Álvarez, Zedillo, Fox, Calderón, entre otros; para cerrar con uno a Peña Nieto pues, como argumentara en esa ocasión Alma Delia Fraile, coordinadora de los ex braceros en Michoacán: “Peña nieto les está dando el tiro de gracia a los ex braceros”, al haber detenido el pago del apoyo social. Sobre el hecho de que la manifestación rebasara lo habitual, y resultaran daños materiales, la misma activista consideró: “[se hizo] por que la gente ya está desesperada, ya no haya como llamarle la atención al gobierno mexicano”.[8]

Para acudir a esta manifestación, desde que abordé el autobús en Guadalajara empecé a conversar con los choferes, los coordinadores y voluntarios que organizaban al grupo (el autobús ya venía desde Culiacán con unas 15 personas, para llenarse con ex braceros tapatíos). El chofer, norteño a más no poder, me indicó en son de broma: “se va a poner bueno viejón, traigo a puro plebe, puro morrillo”. Haciendo referencia con ello a un grupo social de la tercera edad. En efecto los ex braceros, -actualmente y desde que inició su lucha- forman parte de los adultos mayores; personas que en México suelen ser reconocidos por tener 60 años o más. Según el censo del año 2000 realizado por el INEGI, existían en el país 6 millones 948 mil 457 personas entre 60 años y más.[9] Mientras que para el año 2010 la información censal indicó que el monto de personas en esta edad era de 10.1 millones, lo que representó 9 por ciento de la población total; de los cuales, según el CONEVAL, 5.2 millones de adultos de 60 y más años, es decir, el 46.7 por ciento; se encontraban en situación de vulnerabilidad respecto a algún factor de pobreza.[10] En definitiva, dicha condición de necesidad e indefensión de gran número de ellos, sin duda contribuyeron al aparecimiento y fortalecimiento de esta protesta; sumando a todo esto el papel de las diversas generaciones de familiares de los ex migrantes (esposas, hijos, nietos, etcétera) que bastante coadyuvaron a la realización de la lucha social.

Durante la toma de esta caseta de peaje, el primer acto del día se realizó alrededor de las 10:30 de la mañana. Se trató de una asamblea donde Ventura Gutiérrez los instaba a seguir en la lucha contra el gobierno entrante que fue el que en su momento los “despojó” de sus ahorros. Además de esto, el líder de los ex braceros dio a conocer la marcha “De San Ángel al Ángel”; una serie de movilizaciones a desarrollarse durante septiembre, entre las que se proyectaba la toma sucesiva de varias casetas de cobro ubicadas en carreteras de Michoacán y el Estado de México; hasta llegar a la Ciudad de México y hacer lo propio ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico, y concluir las manifestaciones el 29 de septiembre en el Ángel de la Independencia. Se escogió esa fecha simbólica, pues fue 29 de septiembre pero de 1942, la fecha en que llegó el primer contingente de 500 braceros a Stockton, California.[11] Fecha que además ha sido retomada por los viejos ex migrantes, como Día Internacional del Los Braceros. Alrededor de las 12:30 del día, dio inició esta marcha, pero sólo de manera simbólica, pues los centenares de ex braceros congregados únicamente caminaron alrededor de 3 kilómetros desde la caseta de peaje. Pero en esta serie de eventos que en consideración de estos ex migrantes son “injusticias”, en la actualidad el ex bracero no sólo lucha por su dinero, lucha por su dignidad.

Fuentes

Los Adultos Mayores en México. Perfil sociodemográfico al inicio del Siglo XXI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2005, 118 pp. En http://www.inegi.gob.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/censos/poblacion/adultosmayores/Adultos_mayores_web2.pdf

Al Día, León, núm. 2970, 21 de noviembre de 2004, pp. 4-5.

Archivo personal de Enriqueta Quintero Lugo (en adelante AEQL) Convenio sobre la contratación de trabajadores mexicanos para ser empleados en labores agrícolas en Estados Unidos, 23 de julio de de 1942.

AEQL, Carta de José María Dávila, Director Gerente del Banco Nacional de Crédito Agrícola, al Presidente Miguel Alemán Valdez, 6 de febrero de 1947.

Asamblea Nacional de Adultos Mayores (ANAM en adelante), Continuación del contrato tipo de trabajo, bajo enmienda, contrato de Jesús González Ramírez, Culiacán, 1959.

Calavita, Kitty, Inside the State: The Bracero Program, Immigration, and the I.N.S, Lexington, Kentucky, Quid Pro Books, 2010, 277 pp.

Entrevista realizada a Enriqueta Quintero Lugo por Abel Astorga Morales, en Mexicali Baja California, el 16 de julio de 2010

Entrevista realizada a Gilberto Parra Rodríguez por Abel Astorga Morales, en Guadalajara Jalisco, el 14 de mayo de 2011

Entrevista realizada a J. Ventura Gutiérrez Méndez por Abel Astorga Morales, en Culiacán Sinaloa, el 14 de diciembre de 2011

Entrevista realizada a Alma Delia Fraile Baroso por Abel Astorga Morales, en San Ángel Zurumucapio, Michoacán, el 1 de septiembre de 2013

Estadísticas a propósito del día internacional de las personas de edad, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/…/adultos0.doc

Iñiguez Rueda, Lupicinio, “Movimientos sociales: conflicto, acción colectiva y cambio social”, en Vázquez Félix, Psicología de la acción colectiva, Barcelona, EDIUOC, 2003.

Juliá Díaz, Santos (Director), Memoria de la guerra y del franquismo, Madrid, Taurus, 2006, 399 pp.

Morales, Patricia, Indocumentados mexicanos. Causas y razones de la migración laboral, México, Enlace-Grijalbo, 1989, 396 pp.

Ramírez Cuevas, Jesús, “El engaño se repite”, en Masiosare, Núm. 321, 15 febrero, 2004, en http://www.jornada.unam.mx/2004/02/15/mas-jesus.html

Ruiz Torres, Pedro, “Los discursos de la memoria histórica en España”, en Hispania Nova, Núm. 7, 2007, en http://hispanianova.rediris.es

Ruiz Vargas, José María, “¿De qué hablamos cuando hablamos de “memoria histórica”? Reflexiones desde la psicología cognitiva”, en Entelequia. Revista Interdisciplinar: Monográfico, Núm. 7, septiembre 2008, pp. 53-76.

Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Los braceros, México, 1946, 120 pp.

Vélez Storey, Jaime, “Los braceros y el fondo de ahorro campesino”, en Anguiano Telles María Eugenia y Hernández Madrid Miguel (Editores), Migración internacional e identidades cambiantes, México, El Colegio de Michoacán, El Colegio de la Frontera, 2002, 295 pp.

 Citas


[1]  Entrevista realizada a Enriqueta Quintero Lugo por Abel Astorga Morales, en Mexicali Baja California, el día 16 de julio de 2010

[2]  Entrevista realizada a J. Ventura Gutiérrez Méndez por Abel Astorga Morales, en Culiacán Sinaloa, el 14 de diciembre de 2011

[3]  Lupicinio Iñiguez Rueda, “Movimientos sociales: conflicto, acción colectiva y cambio social”, en Félix Vázquez, Psicología de la acción colectiva, Barcelona, EDIUOC, 2003, pp. 1 y 7.

[4]  Al Día, León, núm. 2970, 21 de noviembre de 2004, pp. 4-5.

[5]  Pedro Ruiz Torres, “Los discursos de la memoria histórica en España”, en Hispania Nova, Núm. 7, 2007, p. 11, en http://hispanianova.rediris.es

[6]  José María Ruiz Vargas, “¿De qué hablamos cuando hablamos de “memoria histórica”? Reflexiones desde la psicología cognitiva”, en Entelequia. Revista Interdisciplinar: Monográfico, Núm. 7, septiembre 2008, p. 75.

[7]  Santos Juliá, “Presentación”, en Santos Juliá, Memoria de la guerra y del franquismo, Madrid, Taurus, 2006, p. 19.

[8]  Entrevista realizada a Alma Delia Fraile Baroso por Abel Astorga Morales, en San Ángel Zurumucapio, Michoacán, el 1 de septiembre de 2013

[9]  Los Adultos Mayores en México. Perfil sociodemográfico al inicio del Siglo XXI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2005, p. 10. En http://www.inegi.gob.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/censos/poblacion/adultosmayores/Adultos_mayores_web2.pdf

[10]  Estadísticas a propósito del día internacional de las personas de edad, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/…/adultos0.doc

[11]  Kitty Calavita, Inside… Op. cit., p. 1.

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